Salud e higiene íntima femenina
La zona vaginal está rodeada de mitos y creencias que provocan que, creyendo protegerla, la deterioremos y tengamos comportamientos perjudiciales. ¿Qué pasos puedes seguir para realmente cuidarla y tratarla bien?
Alejarte de tóxicos
Encontramos una gran cantidad de productos específicos para la higiene íntima en tiendas y supermercados. Muchos jabones o toallitas íntimas prometen eliminar el mal olor con perfumes y encontramos incluso desodorantes vaginales. ¿Es eso lo que debería ofrecerte un producto pensado para tu zona vaginal? No.
La zona íntima tiene una flora vaginal que se encarga de mantener el pH y la acidez equilibrados. Hay que cuidarla. Los microorganismos que la componen protegen la vagina de los virus, bacterias, hongos infecciosos, etc.
Por lo tanto, sí que es cierto que debes utilizar un jabón específico para la zona íntima, ya que los convencionales podrían resultar agresivos con la flora vaginal. Agresivos precisamente por la cantidad de perfumes y otros tóxicos que tienen en sus composiciones, que podrían alterar la acidez y aumentar el riesgo de infecciones, que es lo que provoca el mal olor. Lo que hay que buscar en un producto para la higiene y cuidado íntimo es que sea neutro, sin perfume, sin alcohol ni aditivos tóxicos.
Evita las duchas vaginales
Las duchas vaginales deben evitarse a no ser que estén prescritas por un profesional de la salud. Lo que hacen es eliminar toda la flora vaginal, y eso provoca un riesgo mucho mayor de infecciones.
Relaciones sexuales
Durante las relaciones sexuales tu zona vaginal está más expuesta a bacterias y, en consecuencia, a infecciones. Por ese motivo es recomendable que laves tu zona íntima antes y después de cada relación íntima.
Límpiate de adelante hacia atrás
Cuando vayas al baño, cuando te duches y en cualquier otra situación en la que limpies tu zona genital, hazlo con un movimiento desde delante hacia atrás. Es importante hacerlo así, desde el ano hasta la vagina, para evitar que las bacterias del ano se trasladen a la zona vaginal.
La menstruación
Si utilizas tampones y/o compresas, intenta utilizar los que no contengan tóxicos ni productos perjudiciales para la vagina. Los tampones, por ejemplo, suelen contener materiales dañinos para las paredes vaginales, así que es recomendable evitarlos. En el caso de las compresas, es mejor que sean de materiales naturales para proteger la zona de los genitales con los cuales están en contacto.
Existen alternativas más saludables y naturales como la copa menstrual, por ejemplo. Es un sistema más económico y respetuoso con el medio ambiente, ya que es reutilizable. Además, una copa menstrual de buena calidad no contiene tóxicos ni aditivos perjudiciales.
Cuidado al depilarte
Al depilarte, sobretodo si lo haces con cuchilla, ten cuidado de no hacerte cortes y heridas pequeñas, ya que son un foco de atención para bacterias y conllevan mayor riesgo de infecciones.
Sobre la depilación, además, hay que recordar que el pelo de la zona vaginal tiene la función de protegerla de agentes patógenos. Por ese motivo es recomendable no eliminarlo del todo.
Utiliza ropa interior de algodón
La ropa interior muy ajustada y de materiales sintéticos dificulta la ventilación de la zona íntima y crea un ambiente favorable a la creación de bacterias. Para evitarlo, es mejor utilizar ropa interior de algodón y que no quede muy apretada.
No solamente es importante evitar la ropa interior ajustada, también los pantalones. Unos pantalones muy apretados pueden, además de ser incómodos, provocar sudoración y con ello, bacterias y mal olor.