Los productos para el rostro están pensados para cuidar, proteger la piel y mejorar ciertos problemas que esta pueda tener, como la sequedad, el acné, las manchas... Un amplio abanico de posibilidades para adaptarse a todos los tipos de piel, con tratamientos cada vez más personalizados. Ante la variedad de propuestas, lo mejor es guiarse por el tipo de piel, nuestros gustos y de otros factores como la época del año, las condiciones de vida, los hábitos personales, etc. Para escoger el mejor producto debemos conocer bien nuestra piel y, aparatos como los analizadores de piel nos ayudan a saber características concretas de ella. A continuación os contamos las diferencias entre los distintos tipos de piel y mucho más. ¡Seguid leyendo!