El verano se acaba. Lo hemos pasado muy bien, hemos hecho planes, hemos descansado, hemos viajado, hemos ido a la playa, a la piscina, al río… Ha sido intenso, tranquilo… Y siempre muy divertido, pero ahora toca ponerse al día. Durante las vacaciones se tiende a descuidar los hábitos más de lo normal, las rutinas se rompen, se mueven y se desajustan. La mala alimentación, los excesos con el alcohol o el tabaco, la exposición excesiva al sol y el cloro y la sal pueden afectar a nuestra salud y, en consecuencia, a nuestra piel y cabello.