Tener una actitud positiva ante la vida, enamorarse, ser feliz... son algunos aspectos de la vida que nos ayudan a mantenernos jóvenes. Por contra, situaciones como la muerte de un familiar, los problemas personales, el estrés laboral o el desempeñar algunas profesiones producen estrés oxidativo, lo que nos hace envejecer de forma prematura.